Trucos fáciles para enfriar tu cerveza más rápido

Existen variedades de cerveza que se recomienda tomar a temperatura ambiente, pero por lo general se dice que la cerveza debe servirse fría, en especial las variedades que tenemos disponibles en nuestro país, como por ejemplo las Lagers, por lo que es importante conocer la mejor manera de enfriar una cerveza. 

 A continuación, te compartimos algunos de los métodos más populares:

•  La forma más tradicional de enfriar la cerveza es ponerla en un balde o conservadora, luego, vierte hielo o agua helada en el balde hasta que las latas o cervezas estén prácticamente cubiertas. 
  
  
•  Algunas personas afirman que puedes enfriar tu cerveza más rápidamente añadiendo también sal y alcohol al recipiente, para reducir el tiempo de enfriamiento, gracias a reacciones producidas por la composición químicas de la sal, que reduce la condensación en el exterior del vidrio y permite una absorción más rápida del calor del líquido del interior. Recordemos también que el alcohol se congela a temperaturas inferiores que el agua.
  
  
• Si tienes prisa, la forma más fácil de enfriar la cerveza rápidamente, como podrás suponer, es ponerla en el refrigerador o congelador durante al menos unos 20 minutos. Pero no olvides sacarla antes de que alcance el punto de congelación, porque la cerveza se enfriará demasiado y corre el riesgo de “romperse”, es decir que puede perder varias de sus propiedades, por ejemplo, al congelarse de manera desigual, o separar el agua del alcohol y del dióxido de carbono. Esto significa que es probable que se formen cristales de hielo muy grandes y cuando esto sucede, es difícil volver a obtener el mismo sabor y efervescencia luego de su descongelación.
  
  
• Otras opciones para bajar la temperatura incluyen comprar un tapete enfriador que se pueda colocar en el refrigerador o utilizar una toalla húmeda o un paño húmedo y ponerlos en el congelador, ya que la energía se transfiere a un ritmo mayor a los sólidos que a los líquidos. Esto se debe al hecho de que los sólidos son menos densos y pueden dar más espacio para que las moléculas de calor se muevan.

Para finalizar debemos comentar que no siempre se debe buscar la menor temperatura posible, leves variaciones en un par de grados pueden realzar ciertos sabores y aromas de tu cerveza. Es importante experimentar con diferentes temperaturas y encontrar la que mejor se adapte a tu gusto.

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